Liquidez y rentabilidad son dos razones financieras, también llamados indicadores, que permiten conocer la situación económica de una empresa; así como su desempeño. Sin embargo, aunque ambos términos muchas veces son usados como sinónimos, son distintos. En esta publicación te ayudamos a entender la diferencia entre liquidez y rentabilidad.
¿Qué vas a encontrar en este texto?
Se trata de una serie de indicadores que permiten saber si una empresa tiene la capacidad de cumplir con el pago de sus obligaciones con sus propios recursos. Por este motivo, las razones de liquidez contemplan KPIs como la razón corriente y la prueba ácida.
La primera, considera todos los activos y los pasivos; lo que puede ofrecer resultados algo imprecisos, ya que hay activos que no son fáciles de convertir en efectivo o cuyos valores pueden variar dependiendo de distintos factores. En cuanto a la prueba ácida, esta contempla también activos y pasivos corrientes; sin embargo, en el primer caso no incluye los inventarios. En ambos indicadores, el resultado ideal de dividir activos entre pasivos debería ser igual a 1 o mayor a este valor para indicar que la empresa dispone de liquidez suficiente.
Si quieres saber más sobre las razones de liquidez, lee nuestra nota “Ratios de liquidez. ¿Qué es y cómo calcularlos en empresas?”.
Los indicadores de rentabilidad son métricas financieras que permiten evaluar qué tan eficiente es una empresa al generar ganancias en relación con sus costos, ingresos o inversiones. Estos indicadores ayudan a detectar oportunidades de mejora, como márgenes reducidos o gastos elevados, que pueden afectar la sostenibilidad del negocio.
A continuación, se presentan algunos de los indicadores de rentabilidad más utilizados, junto con ejemplos prácticos:
Este indicador mide la rentabilidad de una inversión en comparación con su costo. Se calcula dividiendo la ganancia neta entre el costo de la inversión y multiplicando el resultado por 100 para expresarlo en porcentaje.
Ejemplo: Si una empresa invierte $100,000 MXN en maquinaria y obtiene una ganancia neta de $30,000 MXN en un año, su ROI sería:
ROI = (30,000/100,000) x 100 = 30%
Esto significa que, por cada peso invertido, la empresa obtiene un retorno del 30%.
Ejemplo: Si una empresa vende productos por $500,000 MXN y sus costos directos de producción suman $200,000 MXN, su margen de beneficio bruto sería:
Margen de beneficio bruto = ((500,000-200,000)/ 500,000) x 100 = 60%
Esto indica que el 60% de los ingresos se mantiene después de cubrir los costos de producción.
Ejemplo: Si una empresa genera $800,000 MXN en ingresos y, tras restar todos los gastos, su utilidad neta es de $120,000 MXN, su margen de beneficio neto sería:
Margen de beneficio neto = (120,000/800,000) x 100 = 15%
Esto significa que la empresa gana $0.15 MXN por cada peso generado en ingresos.
Ejemplo: Si una empresa posee activos totales valorados en $1,000,000 MXN y genera ingresos por $2,500,000 MXN en el año, su rotación de activos sería:
Rotación de activos = 2,500,000/1,000,000 = 2.5
Esto indica que la empresa genera $2.50 MXN en ingresos por cada peso invertido en activos.
Básicamente se diferencian en que la liquidez mide la capacidad de una empresa para cumplir con sus pagos a corto plazo, mientras que la rentabilidad evalúa su capacidad para generar ganancias a partir de sus ingresos y recursos. Una empresa puede ser rentable, pero tener problemas de liquidez si no administra bien su flujo de caja, y viceversa.
Si bien liquidez y rentabilidad son conceptos distintos, ambos son clave para la estabilidad financiera de una empresa. Mantener un equilibrio entre ellos permite cubrir obligaciones a corto plazo y garantizar un crecimiento sostenible. ¿Quieres optimizar estos indicadores? Un buen manejo de tus cuentas por cobrar es el primer paso, ya que garantiza un flujo de caja saludable y reduce el riesgo de morosidad. Automatiza y mejora tu gestión de cobranzas con Moonflow.