Las tasas para créditos son un aspecto que ni los acreedores ni los prestatarios se deben tomar a la ligera. En el caso de empresas que otorgan este beneficio, va a determinar el dinero que ganarán por los créditos brindados. Y las ayudará a definir los segmentos de la cartera que deberán priorizar como parte de sus estrategias de cobranza.
Con el propósito de orientar a las organizaciones que quieren empezar a dar crédito a clientes; en esta publicación abordaremos algunos aspectos clave del interés de créditos. ¿Quieres conocer cómo funciona la tasa de interés para créditos hipotecarios? ¡Descubre esto y más en esta publicación de Moonflow!
¿Qué vas a encontrar en este texto?
¿Es lo mismo la tasa de interés y el CAT?
¿Qué es la tasa de interés fija y variable? ¿Cuál te conviene ofrecer?
¿Qué tipo de tasa de interés para crédito hipotecario me conviene ofrecer?
¿Cuál es el rol del Banco de México con relación a las regulaciones bancarias?
Tasa de interés insoluto o sobre saldos globales ¿que son?
¿La tasa de interés impacta en los procesos de cobranza?
No, no son lo mismo. Cuando hablamos de CAT (Costo Anual Total), nos referimos a un indicador que incluye no solo la tasa de interés, sino también todos los costos asociados al crédito, como comisiones, seguros y otros gastos. Esto ofrece a los prestatarios una visión más completa del costo total del financiamiento.
La tasa de interés, en cambio, solo refleja el costo del dinero prestado, sin considerar los otros gastos que pueden impactar el costo final del crédito. Como empresa que quiere empezar a dar créditos, debes comprender la importancia de comunicar el CAT de manera clara a tus clientes. Esto no solo ayuda a que tomen decisiones informadas, sino que también fomenta la confianza en tu institución al mostrar transparencia en los costos asociados a lo que ofreces.
La tasa de interés es el porcentaje que las instituciones financieras utilizan para calcular el costo del dinero que prestan a sus clientes. Este porcentaje se aplica al monto del préstamo o línea de crédito, determinando cuánto interés debe pagar el cliente en cada intervalo de tiempo en el que se calcula y aplica el interés sobre el capital pendiente.
La tasa de interés fija es aquella que se mantiene constante a lo largo del tiempo, lo que significa que el prestatario paga el mismo porcentaje durante la duración del crédito. Esto proporciona previsibilidad y facilita la planificación financiera para los clientes.
En cambio, la tasa de interés variable se ajusta según las condiciones del mercado, lo que puede resultar en pagos que cambian a lo largo del tiempo. Esto puede ser ventajoso para la entidad financiera, ya que permite aumentar los ingresos si las tasas del mercado suben.
Ambas opciones son viables si vas a otorgar créditos; sin embargo, ofrecer tasas variables podría ser más beneficioso para tu empresa, ya que maximiza tus ingresos potenciales, siempre y cuando las tasas de interés sean crecientes.
Para créditos hipotecarios, generalmente conviene ofrecer una tasa fija. Esto se debe a que los prestatarios suelen preferir la estabilidad en sus pagos mensuales durante un período prolongado, lo que les permite planificar sus finanzas de manera más efectiva.
La certeza de que el pago no cambiará a lo largo del tiempo es un factor atractivo para muchos compradores de vivienda. Sin embargo, también puedes considerar ofrecer tasas variables si deseas atraer a clientes que están dispuestos a asumir un poco más de riesgo por la posibilidad de pagos iniciales más bajos.
El Banco de México regula las comisiones y tasas de interés en el sector bancario para proteger a los consumidores y asegurar que el sistema financiero funcione correctamente.
Su objetivo es garantizar la transparencia y el desarrollo sano del sistema financiero a través de normas claras para las entidades bancarias. En ese sentido, si planeas empezar una empresa que dé créditos o préstamos, es crucial que te familiarices con estas regulaciones.
La tasa de interés sobre saldos insolutos se refiere a un método de cálculo en el que los intereses se aplican únicamente al capital pendiente de pago en cada periodo. Por ejemplo, si un préstamo de 50,000 pesos tiene una tasa de interés del 15% anual, el interés se calculará sólo sobre el saldo restante del préstamo después de cada pago.
Por otro lado, la tasa de interés sobre saldos globales implica que los intereses se calculan sobre el monto total original del préstamo, independientemente de los pagos que se hayan realizado.
Como acreedor, la elección entre la tasa de interés sobre saldos insolutos y la tasa de interés sobre saldos globales depende de varios factores relacionados con tu modelo de negocio y tus objetivos financieros.
La tasa de interés puede impactar en el proceso de cobranza al influir en el costo del crédito para los deudores. Si las tasas son elevadas, los pagos mensuales podrían aumentar, lo que podría dificultar que algunos prestatarios cumplan con sus obligaciones.
Esta situación podría resultar en un mayor riesgo de incumplimiento, lo que obligaría a las instituciones financieras a destinar más recursos a la cobranza. En este contexto, los KPI de cobranza, como la tasa de morosidad y el tiempo promedio de recuperación de deudas, se vuelven cruciales para medir la efectividad del proceso de cobranza y ajustar estrategias que permitan optimizar la recuperación de pagos.