La gestión de cobranzas puede ser complicada, pero es necesaria para que tu empresa convierta las cuentas por cobrar en activos líquidos que le permitan seguir funcionando. En este punto, es importante mencionar que existen diferentes tipos de cobranzas, cada una con sus propias características y enfoques.Conocerlas es necesario para seleccionar la estrategia más adecuada según la situación específica de cada cuenta, optimizar el proceso de recuperación de deuda y minimizar el riesgo de impago. ¿Te interesa saber más sobre los tipos de cobranza? ¡En esta publicación de Moonflow, software de cuentas por cobrar, te contamos!
¿Qué vas a encontrar en este texto?
Tipos de cobranza según el proceso
Tipos de cobranza según el momento de cobro
Cobranza preventiva o temprana
Tipos de cobranza según el método de cobro
Métodos de cobranza judiciales
Existen dos categorías principales de cobranza según el proceso involucrado: interna y externa.
Este método implica que la empresa maneja la recuperación de deudas utilizando sus propios recursos y personal. Aquí generalmente es el departamento de crédito o cuentas por cobrar de la empresa se encarga de gestionar el cobro de las deudas.
En este caso, la empresa delega la recuperación de deudas a agencias especializadas. Estas agencias poseen sus propios equipos, herramientas y técnicas para realizar la cobranza de manera profesional.
La elección entre cobranza interna o externa depende de las necesidades y metas de la empresa. Muchas empresas prefieren manejar las cuentas por cobrar internamente cuando las deudas están en mora por un período breve, como hasta 90 días. Sin embargo, cuando las deudas se vuelven más complicadas o prolongadas, las empresas suelen recurrir a agencias externas. Estas agencias no solo tienen la experiencia necesaria, sino que también pueden iniciar procedimientos legales si es necesario.
Por otro lado, también podemos clasificar las cobranzas por el momento en que se realizan.
En este caso, se refiere a la cobranza que se realiza antes de que el cliente caiga en morosidad. Para eso, se recurre a métodos como el envío de facturas y recordatorios de pago antes del vencimiento.
Por ejemplo, cuando una empresa de telecomunicaciones envía una factura por el servicio de telefonía pospago, el cual se realiza antes del vencimiento está recurriendo a la cobranza temprana o preventiva.
La cobranza regular, también llamada administrativa, se entiende como aquella que se realiza en cuanto la empresa se percata de la mora. El objetivo es evitar que esta se prolongue. En general se entiende como cobranza regular aquella que como máximo alcanza los 90 días de morosidad.
La cobranza de mora se ocupa de las cuentas que han estado en mora por un período prolongado, generalmente más allá de los 90 días. En esta fase, la deuda puede haber pasado por varias etapas de cobranza regular sin éxito, lo que requiere una estrategia más intensa y especializada.
Una tercera forma de gestionar las cobranzas es por el método de cobro. En ese sentido, nos encontramos con:
Los métodos de cobranza amistosos se enfocan en mantener una relación cordial y respetuosa con el cliente mientras se busca recuperar la deuda. Estos métodos utilizan técnicas que fomentan la cooperación y la comunicación abierta para resolver el problema de manera efectiva sin recurrir a la presión.
Supongamos que una empresa de servicios públicos envía recordatorios de pago antes de la fecha de vencimiento de la factura. Si el cliente no paga a tiempo, la empresa podría hacer una llamada telefónica amable para recordar al cliente sobre el saldo pendiente y ofrecer opciones de pago flexibles. Esta aproximación busca resolver la deuda sin tensiones ni conflictos.
Los métodos de cobranza abusivos son técnicas coercitivas y a menudo ilegales que utilizan la intimidación para obtener el pago de las deudas. Estos métodos violan las prácticas éticas y pueden dañar la relación con el cliente, además de ser objeto de regulaciones y sanciones legales. En el país, estos métodos de cobranza están castigados.
Imagina que una empresa de cobranzas comienza a realizar llamadas repetidas a altas horas de la noche, utiliza lenguaje amenazante en sus comunicaciones, o envía mensajes de texto que exageran la gravedad de la situación financiera del cliente. Estas tácticas no solo son invasivas y desagradables, sino que también pueden llevar a acciones legales en contra de la empresa.
La cobranza judicial implica llevar la deuda a los tribunales para obtener una resolución legal que obligue al deudor a pagar. Este enfoque se utiliza cuando las estrategias de cobranza amistosas y abusivas no han tenido éxito. La cobranza judicial puede incluir demandas, embargos de bienes, y otras acciones legales para recuperar la deuda.
Si una empresa ha agotado todas las opciones de cobranza amistosa y no ha recibido pago de una deuda significativa, puede optar por presentar una demanda en el tribunal. Si el tribunal falla a favor de la empresa, puede emitir una orden de pago y autorizar el embargo de los activos del deudor, como cuentas bancarias o propiedades, para recuperar el monto adeudado.