¿Has oído el término factoring? Se traduce en español como factoraje y es una forma cómo las empresas (principalmente pequeñas y medianas) pueden obtener parte del dinero que le adeudan los clientes con facturas pendientes de pago. Aunque tu software de cobranzas sea eficiente, puede que algunas de tus cuentas puedan obtener más beneficios si se cobran mediante el factoring.
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¿Te interesa saber más acerca de cómo funciona el factoring en Chile y cómo puede ayudarte a tener liquidez empresarial? En esta publicación te brindamos más detalles sobre este tipo de convenio.
Empecemos por comprender cómo funciona el factoring. Primero, hay que aclarar que no se trata de una forma de optimización de cobros ya que no es que logres cobrar por tu cuenta a los clientes de tu cartera. El factoring es un contrato mediante el cual cedes a una empresa la cobranza futura de los créditos y facturas emitidas por tu entidad. A cambio, la empresa de factoring te paga un porcentaje del monto adeudado (generalmente el 90%).
Pero ¿qué sucede con el otro 10%? El monto restante representa la ganancia de la empresa de factoring.
Ejemplo de factoring
Para que quede más claro el concepto de factoring, aquí te damos un ejemplo:
Imagina que tu empresa emite una factura por $8,000,000 CLP a un cliente, con un plazo de pago de 60 días. Sin embargo, necesitas liquidez antes de que ese plazo se cumpla. Decides recurrir a una empresa de factoring, la cual te ofrece el 90% del valor de la factura de manera inmediata, es decir, $7,200,000 CLP.
Una vez que el cliente pague la factura en su totalidad, la empresa de factoring se queda con el 10% restante ($800,000 CLP) como parte de su ganancia. Así, tu empresa recibe el dinero que necesita sin tener que esperar los 60 días y sin encargarse del cobro al cliente.
A simple vista el factoring parece ser una alternativa de cobranza eficiente, sin embargo, debes considerar que no recuperarás el total del dinero. Además, el porcentaje comisionado por la empresa de factoraje puede variar dependiendo del tipo de factoring que elijas. Por otro lado, en el caso de ciertos tipos de factoring también pierdes por completo el control del proceso de cobranza.
Si hablamos de ventajas concretas, podemos enumerar las siguientes:
En cuanto a los tipos de factoring que se manejan en Chile, hay dos principales: el factoring con recurso y el factoring sin recurso.
Aquí la responsabilidad del pago de las facturas sigue estando a cargo de la empresa que otorgó el crédito. ¿Esto qué quiere decir? Que, si luego del plazo establecido el cliente no paga, la empresa cedente debe hacerse responsable de realizar el pago de la deuda. En caso no realice el pago, la compañía de factoring tiene derecho a entablar una demanda.
En este tipo de factoring, no se pierde el control del proceso de cobranza de la cartera. Por este motivo, puede ser una opción más pertinente para mantener las buenas relaciones con la cartera. Además, con el uso de un CRM en Chile puedes gestionar estas relaciones de manera más eficiente, asegurándote de que tus clientes reciban un trato cercano y adecuado durante todo el proceso, mejorando la fidelización.
En este escenario, se libera a la empresa cedente la responsabilidad en caso el cliente no pague su deuda. Aunque este tipo de factoring suene sumamente atractivo para tu negocio debes considerar lo siguiente: las comisiones cobradas aquí son más altas. Así que ese 10% que te mencionamos inicialmente no aplicaría para este caso. Esto se debe a que el nivel de riesgo de impago que asume el factor es mayor.
Ahora que conoces más acerca de qué es el factoring y qué tipos existen ¿crees que es una alternativa para tu negocio en este momento? Una eficiente gestión de créditos y cuentas por cobrar puede hacer que tengas la liquidez necesaria sin necesidad de recurrir a este servicio. ¿Quieres mejorar tu recaudo? ¡Empieza implementando Moonflow!