La gestión de cartera y la gestión de crédito son componentes vitales en cualquier organización que maneje préstamos y financiamientos. Un eficiente sistema de gestión de cartera es esencial para garantizar la salud financiera de una empresa.
En este contexto, el término "créditos y cobranzas" se refiere a la administración integral de los préstamos otorgados y la recuperación de los mismos. En esta publicación hablaremos más acerca de ambos para continuar con un acercamiento a los indicadores de créditos y cobranzas que debes tener en cuenta para cuidar la liquidez y solvencia de tu negocio.
¿Qué vas a encontrar en este texto?
¿Qué es la cartera de crédito?
Indicadores de cartera de crédito. ¿Qué son?
¿Qué es la carteras de cobranza?
Indicadores de la cartera en cobranza
¿Cómo mejorar la gestión de la cartera de créditos y cobranzas?
Establecer políticas de crédito sólidas
La cartera de créditos se refiere al conjunto de préstamos y financiamientos otorgados a clientes. En cuanto a la gestión de la cartera de clientes de esta cartera, este proceso implica el control exhaustivo de los créditos concedidos, sus plazos y condiciones. Para un buen manejo de esta cartera, resulta importante utilizar una plataforma de gestión de crédito que permita conciliar toda la información de la cartera, actualizada, en un solo lugar.
Los indicadores de la cartera de crédito son métricas fundamentales para evaluar la eficacia de la gestión de créditos. Estos indicadores proporcionan una visión precisa de la calidad de la cartera, la tasa de morosidad, la rentabilidad de los préstamos y otros aspectos clave de la gestión de créditos. Los indicadores de crédito más importantes son:
La cartera en cobranza se refiere al conjunto de deudas pendientes de pago por parte de los clientes. La gestión de la cartera en cobranza se enfoca en el control de cartera y en el proceso de recuperación de las deudas pendientes.
Los indicadores de cuentas por cobrar son herramientas esenciales para evaluar la eficiencia de las estrategias de recuperación de deudas. Estos indicadores permiten un mejor control de cobranzas y favorecen la recuperación de las deudas. A continuación, se presentan algunos de los indicadores de la cartera en cobranza más importantes:
Tasa de recuperación: Dentro de los kpis de cobranza, este indicador mide el porcentaje de deudas vencidas que la empresa ha logrado recuperar.
Índice de morosidad: Como parte de los kpis de cuentas por cobrar este muestra la proporción de cuentas en mora en la cartera.
Edad promedio de las deudas: Entre los indicadores de cobranza, este muestra el tiempo promedio que las cuentas en la cartera han estado pendientes de pago.
Índice de liquidación: Mide el porcentaje de clientes que hab liquidado o pagado en un período determinado.
Tasa de atraso: En la gestión de cobranzas, indica la proporción de clientes que han recibido notificaciones o recordatorios de pago debido a atrasos en sus cuentas.
Tiempo promedio de cobranza : Como parte de los indicadores de gestión de cobranzas mide el tiempo promedio que se tarda en cobrar una deuda después de la fecha de vencimiento.
Índice de negociación: como parte de los KPIS de cobranza mide la proporción de cuentas en mora que se han negociado con éxito para establecer acuerdos de pago u otras formas de liquidación.
Índice de rechazo: Como kpi de cuentas por cobrar, Indica la proporción de acuerdos de pago propuestos que los clientes han rechazado.
Efectividad de la comunicación: Dentro de los indicadores de crédito y cobranza es importante evaluar la eficacia de las comunicaciones de cobranza, como cartas, correos electrónicos o llamadas telefónicas.
Índice de refinanciamiento: Como parte de los ratios de cobranza, mide la proporción de deudas que se han refinanciado o reestructurado para facilitar el pago.
Mejorar la gestión de la cartera de créditos y cobranzas es fundamental para garantizar la salud financiera de una empresa y reducir el riesgo crediticio. Aquí te presentamos algunos consejos para mejorar esta gestión:
Donde se defina de manera clara los criterios para otorgar créditos a los clientes. Para ello, es esencial evaluar cuidadosamente la capacidad de pago de cada solicitante, considerando factores como ingresos, historial crediticio y solvencia. La implementación de un sistema de revisión de solicitudes que siga estas políticas ayudará a garantizar que solo aquellos clientes con la capacidad financiera adecuada reciban crédito.
La implementación de sistemas de gestión de créditos y cobranzas permite realizar evaluaciones de riesgo de manera más eficiente, programar recordatorios de pago, enviar notificaciones a clientes morosos y mantener un registro preciso de todas las transacciones. Esto no solo reduce la carga de trabajo manual, sino que también garantiza que ninguna tarea crítica se pase por alto. ¡Implementa un software de cobranza como Moonflow!
Una gestión de cartera efectiva implica reconocer que no todos los clientes tienen el mismo riesgo crediticio. La segmentación de la cartera consiste en clasificar a los clientes en grupos según su capacidad de pago y su historial de cumplimiento. De esta manera, puedes asignar recursos y estrategias de cobranza de manera más precisa. Por ejemplo, los clientes de alto riesgo pueden requerir un seguimiento más intensivo, mientras que aquellos con un historial sólido pueden disfrutar de condiciones de pago más flexibles.
Mantener un registro actualizado de los pagos y seguimientos de cada cliente es esencial para una gestión efectiva de la cartera. El seguimiento constante no solo te ayuda a identificar problemas de manera temprana, sino que también te permite tomar medidas preventivas para evitar retrasos en los pagos.
La comunicación con los clientes morosos es una parte delicada pero crucial de la gestión de cartera. Capacitar a tu equipo en técnicas de cobranza efectiva es esencial. Esto implica ser profesional, empático y comprensivo con los clientes que enfrentan dificultades financieras. La negociación y la búsqueda de soluciones que beneficien a ambas partes pueden ser herramientas poderosas para recuperar deudas sin dañar la relación a largo plazo con el cliente.