El otorgamiento de crédito por parte de empresas es cada vez más popular entre los negocios. Esto se debe a que con ellos se consigue aumentar las ventas y mejorar las relaciones comerciales. Sin embargo, también conlleva al manejo de una cartera de créditos y el riesgo financiero que esta representa.
En caso parte de la cartera se retrase en sus pagos, o un alto porcentaje se convierta en deudas incobrables, esto sería perjudicial para las finanzas de la empresa. Por eso es crucial establecer una política crediticia que permita determinar qué individuos son admisibles para este beneficio, y bajo qué condiciones.
En esta publicación te contamos más acerca de la importancia del crédito en organizaciones y cómo crear políticas de crédito con tolerancia al riesgo.
¿Qué vas a encontrar en este texto?
Importancia de dar crédito a los clientes para generar beneficios corporativos
Cómo alinear las decisiones de crédito con la tolerancia al riesgo
1. Evaluar su capacidad crediticia
2. Establecer límites de crédito
3. Determinar el tipo de política de crédito que se ofrecerá
4. Monitorear la tolerancia al riesgo de la empresa
Las políticas de cobranza también son importantes
Otorgar crédito a los clientes es una decisión que no debe tomarse a la ligera, ya que implica ciertos riesgos. Sin embargo, cuando se maneja adecuadamente, puede ser una estrategia altamente eficaz para mejorar la competitividad de la empresa en el mercado. En un entorno con alta oferta, es crucial encontrar maneras de diferenciarse y convencer al cliente de que nos elija. En este sentido, la opción de crédito ofrece una ventaja atractiva: la posibilidad de obtener el producto de inmediato y pagarlo en el futuro, incluso en cómodas cuotas.
Esta práctica resulta beneficiosa cuando se sigue una estrategia bien definida desde el inicio del proceso. Al ofrecer crédito, el cliente tiende a restar importancia al precio y se enfoca más en la adquisición del producto. Como resultado, es probable que se observe un incremento en el ticket promedio de compra y en las ventas generales. Además, al brindarle un “beneficio” tangible, la relación con nuestra empresa se fortalece, generando fidelidad y potenciando la satisfacción del cliente.
Básicamente esto se logra con la creación de las políticas de crédito estratégicas. Estas deben estar diseñadas para manejar adecuadamente los riesgos asociados al otorgamiento de crédito. Algunos factores que se deben considerar para otorgar créditos a clientes son:
Esto ayuda a saber si un cliente es admisible para recibir un crédito, considerando aspectos como su capacidad de endeudamiento actual, su situación financiera, así como su comportamiento de pago previo.
Aunque un cliente puede ser aprobado para recibir un crédito, hay que evaluar si el monto solicitado es pertinente según la evaluación previa. Si los ingresos que percibe no son congruentes con el monto solicitado y el esquema de pagos que estaría obligado a pagar, la solución es reducir el monto prestado o rechazar el otorgamiento.
Existen políticas normales, restrictivas y flexibles. El escenario más versátil es el último, que permite una rápida captación, pero mayores riesgos. Mientras que lo más común son las políticas restrictivas, aunque principalmente para empresas emergentes. Por otro lado, las políticas normales, son aquellas que equilibran ambas, recomendadas para organizaciones con una situación financiera estable.
La situación de una empresa puede cambiar por diferentes factores. Por eso es importante que toda empresa que dé crédito monitoree su tolerancia al riesgo. Esto se consigue a partir de la evaluación y comparación de sus estados financieros, el establecimiento de la periodicidad de los controles, entre otros. Al tener una visión clara de aspectos como estos, es posible hacer cambios a tiempo para mitigar el nivel de exposición y tomar medidas como cambios en las políticas de créditos y cobranzas, cambiar el límite de crédito de clientes, etc.
Las empresas que decidan otorgar créditos deben considerar también el proceso de cobranza que seguirán y desarrollar las políticas correspondientes. Esto ayudará a reducir el riesgo de cuentas incobrables o altas tasas de morosidad.
El seguimiento continuo de la cartera es clave en este aspecto, y para que el proceso sea aún más eficiente, es fundamental digitalizar las cobranzas. La implementación de un software de cobros, como Moonflow, es una opción confiable para reducir costos operativos en esta área y mejorar el flujo de cobro, además de proporcionar métricas y reportes detallados del estado de las cuentas en tiempo real. ¡Te invitamos a implementar nuestra herramienta de cobranza!