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Artículo por: Moonflow
El término solvencia económica se debe tener muy presente en la mente de las organizaciones que dan préstamos o créditos a sus clientes. Y es que, independientemente de que empleen un software de cobranza eficiente para sus procesos de cobro, de nada sirve si los clientes no disponen de dinero para pagar sus deudas.
En esta publicación te contamos más acerca de este concepto, los tipos de solvencia que existen; así como otros datos clave para mejorar tu gestión de créditos
¿Qué vas a encontrar en este texto?
- ¿Es lo mismo solvencia y liquidez?
- Solvencia económica ejemplo para comprobarla
- Solvencia fórmula ¿Existe?
¿Es lo mismo solvencia y liquidez?
Antes de continuar hablando sobre solvencia, es necesario aclarar si es o no lo mismo que liquidez. La respuesta es no. Si bien son términos que se relacionan, no se trata de lo mismo.
Cuando hablamos de liquidez, nos referimos al dinero que una persona o entidad tiene en el momento para pagar sus deudas. En otras palabras, es el saldo disponible a corto plazo. Por otro lado, cuando hablamos de solvencia, nos referimos a la capacidad de una persona o empresa de pagar sus deudas a futuro. Esto se da porque, aunque no tenga liquidez en el momento, posee recursos que pueden generar dinero en el futuro.
Pongamos un ejemplo para entender la diferencia:
Imagina que Juan tiene $10,000 en su cuenta bancaria, pero necesita pagar una deuda de $50,000 en un mes. Aunque posee una propiedad valiosa, como una casa, no puede venderla rápidamente para cubrir la deuda, por lo que tiene falta de liquidez. Sin embargo, si vende su casa, podría cubrir todas sus deudas. Esto significa que, aunque no posee liquidez ahora, es solvente, porque posee activos suficientes para pagar sus deudas a largo plazo.
Muchas veces se habla de solvencia a corto y largo plazo usando la primera para referirse a la liquidez; mientras que la segunda aborda la solvencia en sí misma.
Solvencia económica ejemplo para comprobarla
Ahora que conoces qué es la solvencia y cómo se diferencia de la liquidez, puedes comprender por qué es importante para las empresas de crédito y préstamo considerarla. Después de todo, sin solvencia los clientes no podrían pagar las deudas adquiridas.
Dicho esto ¿cómo puede tu negocio corroborar que un cliente es solvente? Estos son algunos pasos que puedes seguir:
- Recopila información básica de la persona natural o jurídica: Esta información generalmente se proporciona al momento de solicitar el servicio e incluye documentos de identidad, comprobantes de ingresos mensuales, entre otros.
- Revisa la información financiera.: En este paso, se utilizan plataformas que recopilan las transacciones realizadas (como estados de cuenta, deudas adquiridas, etc.) para verificar la situación financiera del cliente y asegurarse de que es solvente.
- Comprueba si tiene antecedentes en centrales de riesgo: De esa manera podrás saber si ha tenido problemas de morosidad o tiene un historial crediticio sano.
- Evalúa su nivel de riesgo crediticio: Este paso implica analizar el historial financiero del cliente para determinar la probabilidad de que cumpla con sus obligaciones de pago en el futuro.
- Monitorea la solvencia de tu cliente: Aunque apruebes el servicio, es fundamental mantener un control sobre los posibles cambios en su situación financiera a lo largo de su ciclo de vida como cliente. Pueden surgir imprevistos que afecten su solvencia y que te obliguen a tomar medidas para prevenir impagos.
Solvencia fórmula ¿Existe?
Existen diferentes fórmulas que podemos usar para calcular qué tan solvente es una persona. Una de las más usadas es el ratio de solvencia para el cual se dividen los activos de un sujeto entre sus pasivos.
Por ejemplo, el banco XYZ quiere evaluar qué tan solvente es Juan, quien está solicitando un préstamo de 100,000 pesos. El banco recopila la información financiera de Juan, y con base en su análisis, calcula que Juan tiene activos por un total de 700,000 pesos y pasivos por 370,000 pesos. Entonces, aplicando la fórmula nos queda:
700,000/370,000 = 1.89
Este resultado indica que Juan tiene 1.89 pesos en activos por cada peso de deuda, lo que significa que es solvente. Esto sugiere que, en caso de recibir el préstamo, Juan tiene la capacidad de cubrir sus obligaciones financieras tanto actuales como futuras.
Recuerda que independientemente de que implementes medidas para mitigar la morosidad, una vez otorgado el crédito, como la cobranza con una estrategia omnicanal; es clave que los filtros para el otorgamiento sean efectivos. Esto garantizará que sólo se otorguen créditos a personas realmente solventes, minimizando el riesgo de impagos a largo plazo y asegurando la estabilidad financiera de tu negocio.
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