Cuando una organización ofrece crédito debe integrar también un proceso de cobranza que facilite su recuperación. En general, el proceso de cobranza de una empresa cae en manos de su departamento de cobros; sin embargo, cuando no se cuenta con esta unidad, también se puede confiar en una empresa de cobranza.
¿Qué vas a encontrar en este texto?
Una empresa de cobranza es una organización que se encarga de recuperar los pagos pendientes de clientes de una empresa. Su objetivo principal es garantizar que las deudas sean pagadas de manera efectiva, contribuyendo a la estabilidad financiera de las empresas que contratan sus servicios.
Si estás buscando externalizar tus cobranzas, estas son algunas de las cualidades que debes evaluar en la empresa de cobro de deudas que elijas:
Además de no contar con un departamento de cobranza, otras situaciones que ameritan la contratación de una empresa de cobranzas son:
Ambas son aceptables. Sin embargo, hay condiciones que hacen mejor una que la otra. Por ejemplo, la cobranza interna es pertinente cuando la empresa desea mantener un contacto directo con el cliente, ofreciendo opciones personalizadas y asegurando un control más cercano de la cartera. Por otro lado, la cobranza externa puede ser más adecuada cuando la empresa necesita liberar recursos para centrarse en su actividad principal o cuando no cuenta con la infraestructura o el personal necesario para gestionar la cobranza de manera eficiente.
Sí, los clientes pueden presentar una queja formal ante la Condusef si un despacho de cobranza ha incumplido con sus obligaciones o los ha hostigado. Malas prácticas como amenazas o intimidación son consideradas una violación de las normas establecidas, y la Condusef puede tomar las medidas necesarias tras revisar el caso. Esta queja debe presentarse a través de la plataforma Redeco (Registro de Despachos de Cobranza), que está dedicada al registro y seguimiento de los despachos de cobranza, permitiendo a la Condusef actuar de acuerdo con la legislación vigente.
Una empresa de cobranza no puede embargar por sí sola. El embargo sólo puede llevarse a cabo por orden de un juzgado. De hecho, los despachos de cobranza ni siquiera pueden amenazar con un embargo, ya que eso se consideraría intimidación, lo cual está prohibido por la ley.
En la era digital, las empresas de cobranza deben integrar herramientas tecnológicas que optimicen la gestión de las deudas. El uso de software especializado, pasarelas de pago y canales de comunicación automatizados no solo facilita una cobranza más ágil, sino que también mejora la precisión y la eficiencia en la recuperación de pagos, mientras mantiene una mejor relación con los clientes.