¿Qué se entiende por riesgos crediticios? Como parte de un proceso de cobranza inteligente es clave que tomemos medidas para su otorgamiento que mitiguen el riesgo. Estas contemplan el conocimiento de los riesgos de crédito.
Pero ¿qué es riesgo crediticio exactamente? Es la probabilidad de que los clientes a quienes una empresa ha otorgado este beneficio incurran en el incumplimiento de los pagos. Los analistas de riesgos de las organizaciones recurren a distintas metodologías para calcular la probabilidad de dicho incumplimiento.
Existen diferentes tipos de riesgo crediticio, los cuatro principales son riesgo de impago, del que se ha hablado antes, referido a la posibilidad de que el deudor no cumpla con sus obligaciones. Pero también está el riesgo de migración, referido a que la calificación crediticia del deudor cambie. En tercer lugar se encuentra el riesgo de exposición, que guarda relación con la actitud que tenga el cliente respecto al pago de la deuda, pero también los cambios del mercado. Finalmente, está el riesgo de colateral, con relación a la variación del precio de la garantía brindada
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¿Qué características debe tener un sistema de administración de riesgo crediticio efectivo?
Modelos para estimar el riesgo de crédito
Modelo de riesgo crediticio según Basilea ¿Sigue vigente?
Básicamente lo siguiente:
Aclarado qué es riesgo crediticio, ¿cuáles son los modelos que se pueden aplicar? Básicamente, hay dos enfoques: los tradicionales y los de enfoque moderno. Dentro de los modernos, podemos encontrar los condicionales y los no condicionales.
En cuanto a los enfoques tradicionales, estos son menos confiables porque dependen mucho del criterio subjetivo del agente de crédito. El modelo más utilizado en este grupo es el de las 5 C, que incluye:
En cuanto a los enfoques modernos para estimar el riesgo de crédito, los condicionales incluyen herramientas como Credit Monitor, que utiliza técnicas de simulación para evaluar la probabilidad de incumplimiento de un deudor. Este análisis es condicional porque depende de la información actual del deudor y su entorno.
Por otro lado, los enfoques no condicionales incluyen las matrices de transición, que permiten prever cómo puede cambiar la clasificación crediticia basándose en datos históricos. Estas matrices muestran los cambios en las calificaciones crediticias a lo largo del tiempo, sin depender de las circunstancias actuales del deudor.
Los acuerdos de Basilea se desarrollaron para garantizar que los bancos gestionen adecuadamente los riesgos asociados con los préstamos que otorgan. Creado por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, este conjunto de regulaciones ha pasado por varias actualizaciones, siendo la más reciente Basilea III, implementada para abordar las deficiencias identificadas en versiones anteriores, especialmente tras la crisis financiera de 2008.
Sin embargo, la regulación de Basilea no es aceptada por todas las entidades, ya que algunos críticos argumentan que omite ciertos factores cruciales para medir el riesgo crediticio, tales como la diversidad en las calidades crediticias de los deudores, las variaciones en los montos y los vencimientos de los préstamos, y la importancia de la diversificación del portafolio para reducir la incertidumbre.