Clasificación de las cuentas por cobrar | Moonflow

¿Cuál es la clasificación de cuentas por cobrar que se usa en tu empresa? Existen muchas formas cómo podemos segmentar la cartera, si bien una de las más usadas es la clasificación de las cuentas por cobrar por antigüedad de saldos, también se puede segmentar por el tipo de cliente e incluso por su origen. 

En esta publicación de Moonflow software de cobranza, te contamos más sobre las cuentas por cobrar y su clasificación. 

¿Qué vas a encontrar en este texto?

• ¿Qué son las cuentas por cobrar?
• Clasificación de cuentas por cobrar en contabilidad 
  • a. Por el plazo de pago
  • b. Por el tipo de cliente
  • c. Por el tipo de pago
  • d. Por su relevancia

¿Qué son las cuentas por cobrar?

Se trata de las cuentas de clientes que no han saldado su deuda con tu empresa, por los productos o servicios que adquirieron. En otras palabras, son las ventas que realizaste y por las que todavía no has obtenido el pago correspondiente. En general, para que las finanzas sean saludables, lo ideal es que el cobro de estas deudas se concrete en dos meses o menos.  

Clasificación de cuentas por cobrar en contabilidad 

Financieramente, las cuentas por cobrar entran dentro de lo que se conoce como activos líquidos o corrientes en tu empresa. Se llaman activos líquidos, puesto que las puedes usar como garantía para el pago de tus propios compromisos financieros (el pago de créditos, por ejemplo); por otro lado, se denominan activos corrientes porque esperas que el pago de este compromiso financiero se concrete en el lapso de un año o menos.  

En cuanto a cuál es la clasificación de las cuentas por cobrar más allá de los ámbitos netamente financieros, nos encontramos con las siguientes clasificaciones: 

a. Por el plazo de pago

Las cuentas por cobrar se dividen en corto plazo y largo plazo según el tiempo estipulado para el pago. Las de corto plazo son aquellas cuyo vencimiento se da en un plazo máximo de 365 días. Un ejemplo común sería una deuda generada por la venta de productos a crédito con un plazo de pago de 30, 60 o 90 días, como una factura pendiente por productos vendidos a un cliente. Estas deudas se incluyen en el balance general como activos circulantes.

Por otro lado, las cuentas a largo plazo son aquellas que superan el año de plazo para su pago, como un préstamo otorgado a un cliente para financiar la compra de maquinaria, que se pagará en 3 años. Estas se registran como activos no circulantes.

b. Por tipo de cliente

Las cuentas comerciales se refieren a las deudas generadas por clientes que han adquirido productos o servicios de la empresa, como cuando un cliente compra a crédito una computadora o un equipo y se compromete a pagar en cuotas. Estas deudas están directamente relacionadas con las operaciones comerciales de la empresa.

Por otro lado, las cuentas no comerciales abarcan aquellas obligaciones financieras que no están vinculadas con la venta de productos o servicios, como los préstamos internos otorgados a empleados, anticipos a proveedores o cualquier otro compromiso financiero fuera del ámbito comercial.

c. Por el tipo de pago

Las deudas se pueden clasificar en crédito al contado y crédito a plazos. El crédito al contado ocurre cuando el cliente se compromete a saldar el monto total de la deuda en un solo pago en el momento de la transacción, sin que exista un plazo adicional para el pago. Un ejemplo de esto sería la compra de un electrodoméstico donde el cliente paga todo de inmediato.

En cambio, el crédito a plazos permite al cliente dividir el monto total de la deuda en pagos periódicos, lo que implica un seguimiento más cercano por parte de la empresa para evitar que se presenten retrasos o incumplimientos.

d. Por su relevancia

Las deudas se clasifican en relevantes y ordinarias, según su impacto financiero. Las deudas relevantes, como un crédito hipotecario o vehicular, suelen ser montos altos que requieren un seguimiento especial y estrategias específicas para asegurar su recuperación, ya que influyen directamente en los ingresos de la empresa.

Por otro lado, las deudas ordinarias son montos más pequeños y frecuentes, como pagos de servicios o compras recurrentes que, aunque menos significativos de forma individual, aportan valor en conjunto.

Independientemente de la clasificación de las cuentas por cobrar que manejes en tu negocio, es crucial la implementación de un software de cobranzas que facilite la segmentación y el monitoreo de tu cartera, así como cada contacto de cobro. Te invitamos a conocer el mejor software de Chile, descubre las funcionalidades de Moonflow.