La contabilidad financiera según Gerardo Guajardo y Nora Andrade es un tipo de contabilidad que se define como el sistema que permite registrar, clasificar y presentar en términos monetarios las transacciones y eventos económicos de una entidad.
Además de la contabilidad financiera, los autores también abordan la contabilidad fiscal y contabilidad administrativa, las cuales se diferencian de la anterior porque están orientadas a objetivos específicos: la fiscal se centra en el cumplimiento de obligaciones tributarias ante el fisco, mientras que la administrativa está diseñada para apoyar la gestión interna de la organización en aspectos como planeación, control y toma de decisiones.
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Aunque la definición de contabilidad financiera dada por Guajardo y Andrade (1996) es bastante clara; algunos otros conceptos de contabilidad financiera según autores incluyen el de Elías Lara Flores, quien la describe como una disciplina que enseña las normas y procedimientos necesarios para analizar, clasificar y registrar las operaciones realizadas por entidades económicas. Por otro lado, también está la definición de Robles, Castañeda y Carrizo (2023), quienes afirman que la contabilidad financiera es un sistema de información que proporciona datos cuantitativos sobre las transacciones de una entidad, con el objetivo de que los usuarios externos, como inversores y acreedores, puedan tomar decisiones económicas informadas.
La contabilidad financiera es fundamental porque proporciona una base confiable y estructurada para evaluar la situación económica de una entidad. Por otro lado, también resulta importante por:
¿Cuál es el objetivo de la contabilidad financiera? En primer lugar, el objetivo general de la contabilidad financiera es generar información útil y oportuna que facilite la toma de decisiones por parte de los diferentes usuarios. Por este motivo, es esencial que la información financiera sea precisa, clara y relevante.
En segundo lugar, la contabilidad financiera tiene como objetivo controlar todas las operaciones financieras realizadas dentro de la entidad. Lo cual es fundamental para asegurar que todas las transacciones sean registradas de manera adecuada y conforme a las normativas establecidas.
En tercer lugar, tiene como propósito informar sobre los efectos que las operaciones realizadas han producido en las finanzas de la empresa. Lo cual es importante para la planificación estratégica y la proyección de su futuro financiero.
La información financiera es crucial en la contabilidad porque es empleada por diversos interesados para evaluar el desempeño y los riesgos de la entidad.
Para que la información financiera sea útil, es importante que cumpla con una serie de características, estas son:
Aunque ambos son tipos de contabilidad, presentan diferencias claras, por lo que no es adecuado usarlas como sinónimos. A continuación, compartimos un cuadro comparativo de contabilidad financiera y administrativa.
Aspecto | Contabilidad financiera | Contabilidad administrativa |
Usuarios | Externos (inversionistas, autoridades fiscales, etc.) | Internos (administradores y departamentos de la organización) |
Enfoque | Hacia el pasado, con información histórica | Hacia el pasado, con información histórica Hacia el futuro, generando presupuestos y estándares de costos |
Normas | Regulada por normas internacionales de información financiera (NIIF) | No está regulada por normas contables preestablecidas |
Objetivos | Presentar información comparativa y global de la entidad | Generar información detallada para la toma de decisiones internas |
Tipo de información | Basada en hechos pasados y realizados | Proporciona información para planificación y control futuro. |
La contabilidad financiera, más que una obligación, es una herramienta indispensable para garantizar la transparencia y el éxito de cualquier entidad económica. Su correcta aplicación no solo facilita el cumplimiento normativo y la rendición de cuentas, sino que también impulsa una toma de decisiones informada y estratégica. Por ello, es fundamental que las organizaciones inviertan en sistemas contables eficientes y en la capacitación de su personal, asegurando que esta práctica contribuya al crecimiento sostenible y a la confianza de los interesados.