¿Cómo marcha la productividad de recobro en tu empresa? Manejar la productividad del proceso de recobro es clave si lo que buscas es reducir la morosidad, mantener un flujo de caja estable y garantizar la salud financiera de tu negocio. En esta publicación te contamos más acerca del proceso de reclamación de impagos y cómo puedes mejorar la productividad de tu gestión de cobranza.
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La gestión de recobro es el proceso de organizar y aplicar estrategias para cobrar las facturas pendientes de los clientes. Se diferencia de la cobranza de venta en que, mientras la cobranza de venta se enfoca en recibir el pago tras una transacción, la gestión de recobro está dirigida a recuperar pagos atrasados y prevenir futuros impagos.
Si tienes cuentas vencidas , es posible mejorar la productividad en su gestión. Estos son cinco consejos que te serán útiles:
Una de las primeras acciones a tomar en la gestión de recobro es analizar la situación de tus clientes y las facturas pendientes. Este análisis te permitirá identificar las cuentas con mayor riesgo o las que llevan más tiempo sin pagar. Al priorizar las cuentas más importantes o de mayor valor, puedes enfocar los recursos en los casos que más lo necesitan.
Por ejemplo, si tienes un cliente con una deuda superior a 10.000 euros que lleva más de 60 días sin pagar, deberías darle prioridad frente a un cliente con una deuda más pequeña y reciente.
La automatización del proceso de cobro mejora la eficiencia al reducir los errores humanos y agilizar las tareas. Por ejemplo, el envío de facturas o recordatorios, o el seguimiento de indicadores de rendimiento.
Además, utilizando un sistema de gestión automatizado, puedes acceder en tiempo real a la información sobre las facturas pendientes, utilizando diferentes filtros inteligentes. Así evitarás retrasos en el seguimiento y optimizarás el tiempo del equipo de cobros.
Ofrecer condiciones flexibles para los pagos, como la posibilidad de renegociar plazos o establecer descuentos por pronto pago, ayuda a que los clientes puedan cumplir con sus compromisos sin problemas. Si das esta opción antes de que el cliente incurra en impago, podrías reducir este indicador.
Por otro lado, en el caso de clientes con pagos morosos, también puedes ofrecer alternativas que les permitan regularizar su situación, como fraccionar la deuda o negociar nuevos plazos que se ajusten mejor a su capacidad de pago. De esta forma favoreces una resolución más rápida y mantienes una buena relación con el cliente.
Es importante ajustar la estrategia de cobro según las circunstancias del momento, tanto las internas de tu negocio como los factores externos. Por ejemplo, si la cobranza se da en un contexto de crisis económica en el país, podrías centrarte más en contactar con los clientes que tienen pagos vencidos desde hace más de 90 días, mientras que las cuentas más recientes pueden esperar un poco más antes de ser gestionadas.
Una de las causas más comunes de morosidad es la falta de comunicación bidireccional con los clientes. Cuando los clientes enfrentan un problema, no siempre tienen la oportunidad de comunicarse fácilmente con la empresa para buscar una solución.
Para evitar esta situación, es fundamental establecer canales de comunicación claros y accesibles, como líneas telefónicas dedicadas, correos electrónicos específicos o plataformas digitales. Además, fomentar un ambiente en el que los clientes se sientan cómodos para expresar sus inquietudes o dificultades puede ayudar a identificar y resolver problemas antes de que se conviertan en morosidad.
Sigue estos consejos y notarás cómo las cuentas impagas disminuyen. Inicia tu proceso de transformación con la implementación de un software de cobranzas. ¡Conoce más sobre Moonflow!