¿Es malo tener una cartera castigada en tu empresa? Sí, lo es. Y es que resulta que dentro de los tipos de cartera en cobranza este segmento comprende a las deudas cuyo dinero ha sido dado por perdido. En esta publicación te contamos más sobre ella, su impacto en tu negocio y qué puedes hacer con los clientes que forman parte de este grupo.
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La cartera castigada en Colombia se entiende como el grupo de clientes que tienen deudas con una empresa, han presentado atrasos en sus pagos por más de 91 días y tienen un alto riesgo de no cumplir con sus obligaciones, puesto que se ha tratado por diferentes medios de llegar a acuerdos o nuevos compromisos de pago.
En la mayoría de los casos, cuando los clientes llegan a formar parte de este segmento, las empresas pueden elegir entre seguir su proceso de cobros de forma interna o delegar a empresas de cobranza especializadas. Las cuales incluso pueden iniciar un proceso judicial para obtener el pago.
El cobro de cartera castigada es sumamente complicado ya que en muchos casos la empresa acreedora no solo ha intentado el cobro por diferentes canales, sino que también ha investigado la solvencia actual del cliente notando que es imposible que pueda cumplir con sus obligaciones.
El impacto de esta morosidad en la empresa dependerá de varios factores, principalmente de la cantidad de clientes que se encuentren en este segmento y el monto total acumulado en deudas no cobradas. Cuanto mayor sea la cantidad de clientes morosos y mayor sea el saldo de la cartera castigada, más grave será el efecto sobre las finanzas de la empresa. Esto puede generar un flujo de efectivo negativo, afectando la capacidad de la empresa para cubrir sus propios gastos operativos, realizar nuevas inversiones o incluso mantener sus operaciones a largo plazo.
La pregunta que muchas empresas se hacen cuando tienen una cartera castigada es ¿qué pueden hacer para recuperar el pago? Pero, sobre todo ¿es posible obtenerlo?
Si no se cuenta con el equipo necesario para la recuperación de las deudas castigadas, lo mejor puede ser tercerizar las cobranzas de este segmento o también vender la cartera castigada a una empresa.
En el segundo caso, se vende a una empresa de cobranza o sociedad de gestión de activos financieros. Si bien bajo esta modalidad no se recupera el total del monto prestado, sí una parte de él, por lo que puede ser una alternativa para negocios que necesiten liquidez.
Existen algunos beneficios asociados a la venta de la cartera castigada; por ejemplo:
Sí, puesto que su diseño está pensado para optimizar los procesos de cobro. Gracias a su uso, se puede obtener un conocimiento claro de la cantidad de cuentas bajo este segmento, mediante los indicadores de cartera y recaudo, lo que permite evaluar si se prosigue con el cobro interno, se terceriza o se vende el segmento.
En el caso de que se mantenga la cobranza a cargo de la empresa, esta tecnología es capaz de ayudar a recopilar la información necesaria sobre cada cliente de este grupo, lo que permite a los gestores diseñar nuevos acuerdos que motiven el pago. Por otro lado, como los sistemas de cobro recopilan y almacenan cada una de las comunicaciones, este material sirve de sustento y trazabilidad en caso de que la organización quiera iniciar un proceso judicial contra el cliente moroso.